En momentos así no es fácil expresar palabras de esperanza, menos cuando todo a tu alrrededor desaparece por un imparable terremoto y tsunami. Menos cuando la vida de cientos de personas se perdieron en un desagradable segundo, no hay palabras que consuelen, no hay forma de olvidar algo tan doloroso, sólo queda vivir el duelo con lágrimas por la falta del ser querido, y quizá con sonrisas recordando hermosos momentos.
Pero más allá de la muerte existe una esperanza de vida, es fácil decirlo y no tan fácil llevarlo a la práctica, pero es una esperanza, la esperanza de una vida más allá de la muerte, un lugar donde podremos reencontrarnos cuando sea el momento adecuado.
No están solos en esta tristeza, todos vivimos en esta tormenta. Ánimo chilenos, es difícil, pero no imposible, sigamos adelante.
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