En el "Salón de la Historieta, 2021" realicé la presentación de mi libro "Senderos creativos" donde abordo el valioso papel jugado por el dibujos de cómics y la creatividad en general al desarrollar la inteligencia. Los invito a revisar mi exposición.
Y, les comparto el valioso reconocimiento recibido, por parte de los organizadores de tan monumental evento.
Para los que quieran visitar el canal de este salón, solo debe hacer clic en la siguiente línea:
La realidad que estamos viviendo en esta pandemia
mundial, nos ha llevado a límites personales y sociales que nunca antes se
conocieron en la historia de la humanidad, esta situación, a pesar del buen
ánimo que se ve en las redes, es un contexto terrible, las muertes de seres
queridos, son una pérdida irreparable. Me tocó vivir esta experiencia con
familiares y conocidos, una situación lamentable que escapa a nuestras manos
¿Qué hacer ante lo imposible? Personalmente, rogar a Dios.
Pero llegado el momento del encierro descubrimos que
no es tan fácil convivir con tus mismos familiares, descubrimos que el encierro
puede enfermarte física y psicológicamente, que el patio de algunos es muy pequeño,
además, que el patio de algunos es interminable, refiriéndome a los que viven
en el campo o los valles. Estar entre la espada y pared no es grato.
También verificamos que los gobiernos no están
preparados para gobernar, que incluso sus actitudes son déspotas y despreocupados
por los habitantes de nuestra tierra.
En medio de toda esta tormenta de enfermedad y
truculencias, me di cuenta de varias situaciones que me parecen atractivas, no
sé si importantes, pero creo que para todo narrador resultarán interesantes.
El encierro.
La desesperación del encierro me hizo recordar
historias de ciencia ficción donde los personajes se veían obligados a
encerrarse en las profundidades de la tierra o en ciudades cubiertas por
gigantescos domos protectores. Mi pregunta es ¿Cómo rayos aguantaron convivir
juntos en ese encierro, sabiendo, además, que sería por siempre? Porque muchos
descubrimos lo complicado que es vivir en cuarentena en un espacio cerrado, a
pesar de los lazos familiares existentes, el miedo hizo estragos en las
relaciones.
En “Fuga en el siglo XXIII” (Logans Run) las personas
estaban encerrados bajo unos domos que cubrían una ciudad inmensa ¿Cómo no
sucumbieron ante eso? Bueno, la diferencia con nuestra realidad es que ellos
vivían de fiesta en fiesta, disfrutando de la vida, así que me imagino que eso
los ayudó a superar el encierro, junto con el hecho de que la ciudad era
inmensa, toda la ciudad estaba debajo de los domos de protección. Aunque, ellos
tenían que “Renovarse” al cumplir 30 años, es decir, dejar de existir para
volver a nacer, aunque la verdad era otra, existían algunos que no querían
“Renovarse” y escapaban, lo que los transformaba en fugitivos perseguidos por
los guardias de la ciudad.
En “12 monos” la realidad del encierro bajo tierra no
era tan cómodo, era más realista, en pocas palabras, era decadente.
La existencia de las personas en prisión lo
atestiguan, situación que demandaba mayor fuerza de voluntad. Los prisioneros
estaban encerrados en jaulas pequeñas.
Cada narración proyecta una realidad distinta, tenemos
diversos paisajes y realidades que analizar, pero todo nos lleva a pensar en
nuestra situación actual.
Distancia social.
En la película “El demoledor” de Silvester Stallone,
se ve algo que se relaciona con nuestras circunstancias.
En esta historia vemos el saludo a distancia que
tienen las personas en el futuro, donde giran sus manos circularmente, pero sin
tocarse, por razones de protección, por supuesto a simple vista, en su momento,
parecía una acción ridícula y exagerada, pero hoy hemos descubierto que no era
para nada ridículo. Situación que vemos hoy en el día a día, evitando el
contacto, inventando saludos, lo que es una realidad que al parecer se está
instalando en nuestras costumbres.
La estupidez humana.
Hace pocos días leí un meme que me hizo pensar en
varias situaciones, donde muchas veces hemos visto historias de pandemias o
infecciones (Series de televisión y cine), y los personajes de las historias
cometen errores estúpidos, como en “28 días después” donde unos animalistas
liberan a unos animales porque eran mal tratados en los laboratorios, sin saber
que justamente esos animales estaban contagiados con un virus mortal para la
humanidad, contaminando así a muchos e iniciando una gran pandemia y una
sangrienta lucha contra zombis asesinos; en base a eso muchos pensamos “¿Cómo
pueden ser tan estúpidos?” El mismo científico que trabajaba ahí les decía que
era un peligro, pero igual liberaron a esos animales, y también podemos decir
“Esos científicos ¿Cómo puede ser tan estúpidos para crear virus mortales?”
Claro, la respuesta se dio a conocer en estos días, con personas que salen de
sus casas, aunque no sea prioridad, personas que llenan los Mall para comprar
regalos como si fueran productos de primera necesidad ¿Cómo puede ser posible? Había
gente en las playas, en el centro de la ciudad, con y sin mascarillas; En
cuarentena se pedía un permiso especial, igual salían sin permiso; ¿Qué más
decir? Bueno, con esto ratificamos que los directores de cine tenían razón en
sus narraciones, la humanidad es estúpida.
Libertad.
También recuerdo en la película “12 monos” Donde el
personaje principal venía del futuro a buscar el origen del virus que destruyó
a gran parte de la humanidad y a los sobrevivientes los obligó a encerrarse en
las profundidades de la Tierra; este personaje principal fue encerrado en una
ciudad subterránea desde muy pequeño, así que la libertad para él son solo
imágenes borrosas.
En una escena, en el “presente” antes del virus, este
personaje, James Coll interpretado por Bruce Willis, saca su cara por la
ventana de un auto disfrutando el toque de la brisa en su rostro, disfruta
incluso el hecho de respirar aire limpio y de la superficie.
En el momento que vi la película la entendía y la
disfruté, pero hoy más que nunca puedo sobre entender lo que él siente al sacar
su cabeza por la ventana del auto, libertad para respirar y sentir el toque del
viento en su rostro, situación que se nos ha negado al usar mascarillas y no
poder salir de casa con autonomía. Ahora entiendo a este personaje,
caracterizado por Bruce Willis, ahora entiendo lo grato que fue para él sentir
el viento en su rostro, disfrutar de poder respirar aire limpio con libertad. La
ciencia ficción dio en el blanco al crear esta escena.
Realmente la humanidad no está hecha para estar
encerrada, no fuimos creados para no disfrutar de este mundo, fuimos creados
para caminar, correr, viajar, saltar, cantar y bailar. Esto es una situación
preocupante, porque tal realidad tiene relación con nuestra salud.
Vacunas.
Existen varias narraciones que hablan de una pandemia,
como “Contagio” que es considerada una de las películas con mayor base
científica, donde una vacuna, después de muchos inconvenientes, salva el día.
En la actualidad, en medio de esta crisis sanitaria,
se han desarrollado varias vacunas para el Covid 19, situación que al final no
es tan cercano a la vacuna de las películas, el virus sigue activo, y los
vacunados no tienen la seguridad de ser inmunes. No existe seguridad de buenos
resultados, o que no dañen a los más débiles o alérgicos. Incluso hay videos
que muestran a gobernantes vacunándose, pero con jeringas de plástico.
Y esto nos lleva a otra temática.
Conspiraciones
Han surgido cientos de ideas y acercamientos a
conspiraciones gubernamentales, lo que obviamente también es una temática
tomada en cuenta en narraciones de acción y ciencia ficción.
No puedo verificar cada una de estas conspiraciones,
pero puedo deducir a simple vista que sí, algo está sucediendo en las altas
esferas de poder, algo tan maligno que puede llegar a ser difícil de creer.
Simplemente hay que sumar dos más dos, porque nunca en
la historia de la humanidad ha existido algún gobierno que se preocupe al cien
por ciento de su pueblo, quizá sí, pero no recuerdo registros de eso. Los
gobernadores siempre han velado por sus intereses, incluyendo las guerras, que
al final son una diferencia de intereses, las guerras son porque los
millonarios y los gobernadores se están peleando por los territorios y sus
riquezas.
Estamos en medio de un gran peligro, pero con
gobernadores corruptos (Quizá no todos, obviamente), pero la ciencia ficción
nunca ha entregado narrativas con gobiernos que trabajen por las personas.
Las narrativas de conspiraciones permiten que el
leyente u observante analice la realidad y las posibles variaciones, llegando a
la conclusión que sería complicado estar en medio de una pandemia junto a
gobernadores corruptos, bueno, eso estamos viviendo.
Fe
Solo nos queda esperar y sobrevivir, solo nos queda
encomendarnos a Dios, quien puede guiarnos, aún más allá de la muerte. Y no te
estoy hablando de religión. Y tampoco estoy negando a la ciencia.
La creencia en Dios también es tomada como ficción, o
un error de los más ignorantes, pero debo agregar a este tema que las
evidencias del cristianismo (Vuelvo a reiterar, no es religión) son abundantes
y abrumadoras, incluso ateos famosos, quienes son historiadores, admiten la existencia
de Jesucristo.
Y hay varios ateos que dedicaron su vida a
desacreditar la existencia de Jesucristo y su resurrección, pero en base a las
evidencias se llevaron la sorpresa de sus vidas; Jhos MacDowell, Lee Strobel,
James Warner Wallace, Frances Collins, entre otros. Todos ellos ateos que descubrieron
que creer en Jesucristo no es por costumbre, ni religión, sino, que es una
realidad evidentemente cierta.
Finalmente, puedo concluir que la creatividad en la
ciencia ficción ha dado en el blanco en muchas situaciones, para bien o para
mal, estamos viviendo el cumplimiento de las ideas derramadas en las historias
de le ciencia ficción. Esperemos que los finales felices también sean una
realidad en nuestra realidad.